El 7 de mayo había más de 1.2 millones de casos confirmados de coronavirus en Estados Unidos. Para disminuir el contagio en toda nuestra nación, a 311 millones de personas el gobierno les ordenó y urgió a que se quedaran en casa, lo que requirió que muchos negocios cerraran o disminuyeran sus operaciones.

El impacto económico de COVID-19 ha destrozado el mercado laboral en Estados Unidos. A partir de mediados de marzo, 33 millones de trabajadores han solicitado beneficios de desempleo debido al cierre de empleos.

Las comunidades desatendidas, lo que incluye a la comunidad latina, se han visto desproporcionadamente afectadas por la propagación del coronavirus. Comunidades como Chicago han llamado al impacto de COVID-19 en la comunidad latina un “estado de emergencia”.

En la comunidad latina muchas personas se han quedado sin trabajo, y los propietarios de negocios se enfrentan a la posibilidad de tener que cerrar sus negocios en forma permanente y perder su patrimonio y sus bienes, por los que han trabajado muchos años. Algunas de las industrias más afectadas—hospitalidad (restaurantes y hoteles) y ventas directas al público— emplean a muchos latinos, lo que ha dejado a muchas familias sin ingresos y a muchos pequeños comerciantes en aprietos para sobrevivir.

A pesar de llevar años y años pagando las cuotas del seguro comercial, las compañías de seguros ahora están emitiendo muchas negativas de cobertura a reclamaciones relacionadas con COVID-19. La pequeña luz de esperanza que tenían los propietarios de negocios de recuperar sus pérdidas causadas por esta pandemia ha sido diezmada por una codiciosa industria de seguros que ha decidido tener ganancias en vez de preocuparse por la supervivencia de los negocios que se supone que debía asegurar en tiempos como este.

En 2018 la industria de seguros cobró $1.22 billones de dólares en cuotas, pero ahora las compañías están abandonando a sus clientes cuando necesitan más protección y quienes pagaron sus cuotas. Las compañías de seguros se rehúsan a pagar reclamaciones relacionadas con COVID-19, y les dicen a los propietarios de negocios que sus pólizas no cubren pérdidas ocasionadas por una pandemia. De hecho, las compañías de seguros han dado a sus agentes temas de discusión para disuadir a los clientes para que no presenten reclamaciones de interrupción de negocios, y están haciendo extremadamente difícil que los negocios siquiera presenten una reclamación.

Las compañías de seguros quieren que sus clientes se den por vencidos, sin siquiera hacer la lucha. Pero eso no es lo que hacen los abogados litigantes. Ciertamente no es lo que hacen los abogados de Contigo Centro Legal. Nosotros les decimos a los propietarios de negocios hispanos: NO acepten el rechazo de su compañía de seguros. Y cuando decidan enfrentarse a su compañía de seguros, nosotros estamos aquí para luchar por ustedes.

Los propietarios de negocios hispanos han luchado mucho para superar las muchas desigualdades que existían antes de COVID-19 —desigualdad en patrimonio, discriminación en préstamos, acceso a capital— y cuando se presenta un evento como esta pandemia, inevitablemente tiene un impacto más profundo y severo en la comunidad. Cuando se añade la decisión de las compañías de seguros de no cumplir sus contratos con negocios propiedad de hispanos en todo Estados Unidos, el impacto puede ser incluso más grave.

Sobre Contigo Centro Legal

Contigo Centro Legal es un bufete de abogados totalmente bilingüe dedicado exclusivamente a atender a las personas y familias latinas que han resultado heridas o han perdido seres queridos en un accidente. Nuestra firma, se especializa en todo tipo de casos de lesiones personales que involucran accidentes automovilísticos, de camiones y motocicletas; productos de consumo defectuosos; y lesiones personales graves incluidas aquellas que comprometen la médula espinal y/o lesiones cerebrales traumáticas. Contigo abrió sus puertas para dar a las familias una opción legal que rara vez se encuentra en las comunidades latinas. Nuestro equipo de abogados y personal son defensores incansables y trabajan arduamente todos los días para defender los derechos de las víctimas de accidentes que han sufrido lesiones graves o han perdido a seres queridos.